Hospedarse en un hotel de lujo puede parecer una experiencia exclusiva y cómoda, pero como nos revela Luisito Comunica en su reciente video grabado desde el lujoso Four Seasons de Nueva York, el verdadero lujo viene acompañado de estrategias bien calculadas para sacarte mucho más dinero del que imaginas.

🏨 Una noche de lujo… con cargos ocultos
Luisito se hospedó en una suite de precio “medio”, que ronda los $2,500 USD por noche (alrededor de 50,000 pesos mexicanos). Su estancia de 3 noches costó cerca de $150,000 pesos, pero esa es solo la tarifa base. El verdadero costo se infla con cada servicio adicional: alimentos, bebidas, room service, impuestos, y otros «detallitos».

Aunque el servicio es impecable y las instalaciones de primer nivel (spa, piscina, gimnasio, restaurantes, etc.), el video no se centra en alabar el lujo, sino en exponer las estrategias que estos hoteles usan para exprimir el bolsillo de sus huéspedes.

🍳 Comidas exageradamente costosas
Uno de los primeros golpes al presupuesto llega con la comida:
- Desayuno ligero: Un omelet para compartir, dos bananas y un jugo de naranja costaron $95 USD.
- Costos escondidos: Al precio base se le agregan cargos por entrega al cuarto, propina obligatoria (18%) y otros impuestos que no aparecen en la carta.
- En el restaurante del hotel, un desayuno “modesto” le costó $118 USD.
Luisito incluso compara lo que pagó por un sándwich de mantequilla de maní y mermelada: $18 USD, el cual llegó sin orillas y con porciones mínimas. Luego de quejarse sutilmente en redes, el hotel intentó compensarlo con un pastel personalizado y disculpas.

💧 El precio del agua: otro truco común
A pesar del alto costo de hospedaje, solo se incluyen dos pequeñas botellas de agua gratis por día. Si el huésped quiere más, puede pedirla por teléfono sin costo adicional, pero el hotel apuesta a que la mayoría —por comodidad— tomará directamente del minibar… donde cada botella cuesta más de $10 USD.
🍫 Minibar y sensores: la trampa perfecta
Muchos hoteles de esta categoría incluyen sensores en el minibar que detectan si se mueve un producto. Aunque no lo consumas, solo levantarlo puede activar un cargo automático. Chocolates, gomitas, vinos o refrescos cuestan entre $10 y $60 USD o más, dependiendo del producto.

📺 Televisión, películas y entretenimiento extra
A pesar del costo por noche, el uso de películas en la televisión del cuarto también tiene un precio adicional. Las películas se cobran desde $9 hasta $19 USD por título. Esto, nuevamente, se basa en que el huésped promedio no se toma el tiempo de usar sus propias plataformas o conectar su dispositivo.
💆♂️ Spa y tratamientos: lujo… pero a un precio alto
Los tratamientos de spa van desde $300 hasta más de $400 USD por sesión, y aunque el hotel presume tener uno de los mejores de la ciudad, estos servicios no están incluidos en el hospedaje. Todo se cobra aparte.
🧽 ¿Limpieza impecable? No siempre
Luisito también mostró un detalle que no pasó desapercibido: manchas de hongos y suciedad en la regadera, fácilmente removibles con un cepillo. Esto evidencia que ni siquiera el alto precio garantiza estándares de limpieza superiores.

El truco de la boutique y el “souvenir emocional”
Otro mecanismo para hacer que los huéspedes gasten más es la presencia de tiendas de lujo dentro del hotel. Productos como jabones, perfumes, lociones y artículos de diseño inspirados en la “experiencia del hotel” se venden a precios inflados, apelando a la nostalgia o exclusividad.
🧾 El gran golpe final: la cuenta
A pesar de haber sido “cuidadoso” con los gastos, Luisito terminó pagando cerca de $9,300 USD, es decir, $1,800 dólares más en gastos adicionales no previstos. El resumen: el precio base puede duplicarse fácilmente si no se tiene cuidado.
🧠 Conclusión: El lujo tiene letra pequeña
Luisito no hace este video para quejarse, sino para crear conciencia sobre cómo funcionan realmente los hoteles de lujo. Afirma que le gusta quedarse en este tipo de lugares y que entiende lo que implica, pero cree importante mostrar al público las «mañas» y estrategias sutiles con las que se inflan los costos.
“El sándwich de $18 dólares es solo un símbolo… una muestra de cómo, poco a poco, te van sacando mucho más de lo que planeabas gastar.” — Luisito Comunica
